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Por qué las empresas no crean cadenas de suministro más resistentes y tolerantes a los fallos

Equipo de contenido técnico de Mouser Electronics Tiempo de lectura estimado: 3 minutos y 44 segundos.

Publicado el 4 de junio de 2021

(Fuente: TMLsPhotoG/Shutterstock.com)

Los desastres causan estragos en la vida cotidiana, y entre estos se incluye la efectividad de las cadenas de suministro. Lo ocurrido en la última década ha generado problemas en toda la cadena de suministro de los fabricantes, y ha servido para demostrar que dicho efecto es una realidad.

En 2011, el fortísimo terremoto ocurrido en el este de Japón tuvo consecuencias catastróficas en términos de pérdidas humanas y económicas, y fue considerado el desastre natural más caro de la historia. En el ámbito industrial, se dijo que había sido la peor interrupción en la cadena de suministro tecnológica en más de 50 años.

A fin de lograr que sus cadenas de suministro fuesen más resilientes, muchas empresas dieron pasos muy importantes, pero otras no lo hicieron, lo que quedó en evidencia casi diez años después. En 2020, algunas de las interrupciones en la producción en Asia provocadas por la pandemia, incluida la escasez crítica de chips de semiconductores, generaron crisis adicionales en las cadenas de suministro globales.

Estas interrupciones inesperadas dieron luz a un término industrial que se ha popularizado: la resiliencia de la cadena de suministro. El diseño de una cadena de suministro es, probablemente, el factor más importante de la capacidad de un fabricante para soportar efectos inesperados a fin de mantener su funcionamiento a un nivel normal o casi normal.

Estas interrupciones plantean dos preguntas que los fabricantes deben hacerse: ¿cuál es el nivel de resiliencia de mi cadena de suministro? Y, ¿por qué no hay más empresas tomando medidas para diversificar y reducir los riesgos?

Ron Keith, fundador de Supply Chain Resources Group Inc., identificó cinco motivos por los que las empresas poco preparadas no se preocupan mucho por construir unas cadenas de suministro más fuertes y tolerantes a los fallos. Todos podemos aprender de estos errores.

1. La obsesión por la eficacia de la cadena de suministro

Hau Lee, profesor de la Universidad de Stanford, ordenó las cadenas de suministro de acuerdo con el nivel de incertidumbre, y sugirió que un nivel elevado de incertidumbre en el suministro requiere que haya un diseño en el que lo más importante sea la cobertura de riesgos o la agilidad. Las cadenas de suministro que son muy eficientes no están en una buena posición para afrontar desastres o pandemias. La mayoría de los métodos y las herramientas que se emplean para aumentar la resiliencia de una cadena de suministro, aumentan el coste por unidad. El abastecimiento dual/múltiple, el almacenamiento estratégico de inventario, las estrategias «fabricar y comprar» y la regionalización de la fabricación, agregan costes y beneficios al funcionamiento de la cadena de suministro. La realidad es que las cadenas de suministro más «lean» y eficientes no tienen un gran nivel de resiliencia.

2. Incertidumbre sobre la probabilidad de que se produzca un evento desestabilizador

En lugar de hacer conjeturas sobre los plazos, la mayoría de empresas asignan un nivel de probabilidad a los eventos desestabilizadores de un año en particular. Sin embargo, la lista de posibles eventos es larga y diversa, y hay pocas empresas de cadenas de suministro que cuenten con estadistas o actuarios. Es muy difícil determinar qué nivel de probabilidad debemos usar y es imposible saber cuánto debemos gastarnos en prevención.

3. Incertidumbre sobre el impacto de un evento desestabilizador

Aunque la probabilidad o los plazos del impacto en la cadena de suministro se pudieran conocer con cierto grado de certeza, sería extremadamente difícil predecir con exactitud el impacto de un evento tan global y desestabilizador como la COVID-19. Algunos incidentes relacionados con la salud crean interrupciones parciales que se pueden gestionar posteriormente invirtiendo dinero. Sin embargo, los acontecimientos que afectan de un modo más global a todo el sistema de una cadena de suministro pueden provocar efectos financieros devastadores, como una pérdida completa de ingresos y, por tanto, de la cuota de mercado.

4. Incapacidad para medir la resiliencia o la tolerancia a los fallos

La mayoría de los profesionales entiende la idea de una cadena de suministro fuerte, pero pocos saben cómo medir esa fortaleza. La mayor parte del trabajo académico sobre la resiliencia en la cadena de suministro se centra en la modelización de red compleja. La modelización es una herramienta muy útil para determinar la fortaleza de distintos diseños de cadenas de suministro o de herramientas para la reducción de interrupciones. Sin embargo, los resultados generan un indicador clave de rendimiento (KPI) que es difícil de utilizar en tiempo real, y algunos componentes del equipo de la cadena de suministro pueden considerarlo algo opaco.

5. Una estrategia equivocada en materia de incentivos y mediciones de rendimiento de la empresa

Algunas de las mediciones de rendimiento de la cadena de suministro son relativamente fáciles de determinar. Algunos ejemplos: el nivel de servicio, la entrega puntual, el porcentaje de reducción de costes entre periodos, las rotaciones de inventario, el porcentaje de errores y omisiones, el coste de transporte y el número total de proveedores. Todos estos elementos son factores importantes para medir el coste o el rendimiento. Sin embargo, la vinculación de los incentivos financieros a la maximización (o minimización) de alguno de estos indicadores tradicionales, genera, casi siempre, un rendimiento financiero insuficiente o una reducción general de la resiliencia en toda la cadena de suministro.

Las interrupciones generan atención

Las principales herramientas disponibles para generar tolerancia a fallos en las cadenas de suministro suelen conllevar inversiones que incrementan los costes continuos. El cálculo de la rentabilidad es complejo y está sujeto a un gran nivel de incertidumbre sobre los beneficios, lo que suele complicar la justificación de los costes por parte de los profesionales de la cadena de suministro. Sin embargo, el coste de las interrupciones está provocando que muchas empresas tecnológicas se planteen inversiones adicionales a fin de crear una cadena de suministro más resiliente, algo que agradecerán todas las partes asociadas a estas cadenas.

 

Este artículo incluye información de TTI y del equipo de contenido técnico de Mouser Electronics