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Guía práctica de adquisiciones para asegurar la conformidad ambiental

Tiempo de lectura estimado: 4 minutos y 45 segundos

(Fuente de la imagen: Nattapat/stock.adobe.com; generada con IA)

Publicado el 29 de mayo de 2025

La falta de un solo certificado de cumplimiento puede causar semanas de retraso en los envíos, rediseños costosos e incluso interrupciones en la producción. Esta realidad puede transformar el rol actual de los profesionales de adquisiciones.

Los profesionales de adquisiciones desempeñan un papel clave que va mucho más allá de la simple compra: son garantes del cumplimiento normativo en cada componente adquirido. Dado que los componentes electrónicos están sujetos a múltiples capas de regulación, navegar este vasto entramado de requisitos, que puede parecer interminable, es parte fundamental de su labor. Entre estas exigencias se incluyen:

  • Normas de seguridad y eléctricas (p. ej., UL, CE, apartado 15 del reglamento FCC, etc.) que garanticen que los productos cumplan los requisitos de seguridad y compatibilidad electromagnética.
  • Certificaciones específicas del sector (p. ej., AEC para automoción o MIL-STD para la industria aeroespacial) orientadas al cumplimiento de requisitos estrictos de rendimiento y durabilidad.
  • Regulaciones comerciales y de aprovisionamiento (p. ej., ECCN, códigos HTS, minerales de conflicto, etc.) que controlan el origen de los materiales y las exportaciones.
  • Regulaciones medioambientales y de sostenibilidad que aseguran el cumplimiento de restricciones sobre sustancias peligrosas, la seguridad química y las prácticas responsables de eliminación.

Aunque los profesionales de adquisiciones deben considerar las regulaciones de seguridad y rendimiento, estas suelen abordarse principalmente durante la fase de diseño. En cambio, las normativas medioambientales tienen un impacto directo desde las etapas iniciales del proceso de adquisición, ya que afectan en la selección de componentes y la contratación de proveedores.

Regulaciones medioambientales y de sostenibilidad que hay que conocer

La responsabilidad normativa recae en los profesionales de adquisiciones, quienes deben garantizar que los componentes cumplan con los requisitos legales, estén alineados con las iniciativas corporativas de sostenibilidad, minimicen los riesgos de sanciones por incumplimiento y aporten valor al producto mediante el uso de componentes respetuosos con el medioambiente.

A continuación, analizaremos las regulaciones más comunes y relevantes a modo de orientación.

Restricción de sustancias peligrosas (RoHS)

La RoHS es una normativa medioambiental que limita el uso de determinadas materias peligrosas —como el plomo, el mercurio, el cadmio y el cromio hexavalente— en componentes electrónicos.

Los compradores suelen encontrarse con la normativa RoHS al revisar la documentación de los proveedores o al filtrar componentes en plataformas de distribuidores o sistemas de compras en busca de productos conformes. Para garantizar el cumplimiento, es necesario obtener un certificado de conformidad por parte de los proveedores. Si, durante una auditoría regulatoria o una inspección de clientes, se detectan componentes no conformes, esto puede provocar retrasos en aduanas, sanciones o incluso rediseños.

Registro, evaluación, autorización y restricción de las sustancias y mezclas químicas (REACH)

Esta normativa regula la seguridad química en los componentes electrónicos, con especial atención a las sustancias extremadamente preocupantes (SVHC, por sus siglas en inglés). Aunque REACH es una normativa de la Unión Europea, su alcance puede afectar a empresas de Estados Unidos y de otras regiones del mundo.

Los profesionales de adquisiciones suelen enfrentarse a los requisitos de la normativa REACH a través de las declaraciones de materiales de los proveedores, que enumeran las sustancias químicas reguladas presentes en los componentes. Los compradores deben verificar el cumplimiento, especialmente en materiales como semiconductores, conectores y componentes pasivos, al revisar dichas declaraciones y asegurarse de que los productos se mantengan dentro de los límites establecidos para las SVHC.

El incumplimiento de esta normativa puede dar lugar a la prohibición de productos en el mercado de la UE, al rechazo por parte de los clientes y a interrupciones en la cadena de suministro.

Proposición 65 de California

La Proposición 65 de California exige incluir etiquetas de advertencia en los productos que contengan sustancias químicas asociadas con el riesgo de cáncer, malformaciones congénitas o daños al sistema reproductivo.

Para garantizar el cumplimiento, los equipos de adquisiciones deben identificar la presencia de sustancias químicas listadas en los componentes y solicitar la documentación correspondiente, como las fichas de datos de seguridad (MSDS, por sus siglas en inglés). Es fundamental colaborar con proveedores que utilicen etiquetas y advertencias claras conforme a la Proposición 65, a fin de evitar sanciones y posibles disputas.

Directiva de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE)

La Directiva RAEE es otra normativa europea que impacta tanto en el desarrollo como en la adquisición de componentes electrónicos en Estados Unidos. Establece los requisitos para la correcta gestión, eliminación y reciclaje de residuos electrónicos. Aunque el cumplimiento suele recaer en los equipos de sostenibilidad o cumplimiento normativo, el área de adquisiciones continúa desempeñando un papel clave en el proceso.

En primer lugar, es fundamental verificar que los proveedores proporcionen documentación de cumplimiento con la Directiva RAEE y participen en programas de reciclaje. También puede ser útil priorizar a aquellos que implementen iniciativas de embalaje sostenible y cuenten con políticas claras para el reciclaje al final del ciclo de vida del producto.

Los equipos de adquisiciones pueden incorporar cláusulas de cumplimiento con la Directiva RAEE en los contratos con proveedores, con el fin de asegurar el respeto a las normativas europeas aplicables a los componentes integrados en productos electrónicos de consumo o industriales.

Ley estadounidense de control de sustancias tóxicas (TSCA)

La TSCA es una normativa que restringe el uso de sustancias químicas tóxicas en procesos de fabricación, como ciertos retardantes de llama o disolventes industriales. Para confirmar el cumplimiento con esta normativa y asegurar la ausencia de sustancias prohibidas en componentes como recubrimientos, placas de circuito o semiconductores, es fundamental obtener la documentación correspondiente por parte de los proveedores.

Confirmar el cumplimiento con antelación ayuda a evitar problemas legales e interrupciones en la cadena de suministro.

Restricciones sobre PFAS

Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés), también conocidas como «químicos eternos», están siendo objeto de cada vez más restricciones en lugares como California y la UE. Estos compuestos sintéticos se utilizan por su durabilidad y su resistencia al calor, al agua y al aceite, por lo que son comunes en recubrimientos, aislamientos de cables, adhesivos y diversas aplicaciones industriales.

No obstante, su uso está siendo objeto de una regulación cada vez más estricta debido a su vínculo con problemas de salud y reproductivos.

Los equipos de adquisiciones deben solicitar a los proveedores la ficha de datos de seguridad para verificar que los componentes estén libres de PFAS. En categorías como conectores, adhesivos o materiales aislantes, es recomendable trabajar con proveedores que ofrezcan alternativas sin PFAS, lo que permite anticiparse a futuras restricciones regulatorias y contribuir a los objetivos de sostenibilidad.

Declaraciones Ambientales de Producto (PAD)

Las PAD son informes que proporcionan información clara y estandarizada sobre el impacto ambiental de un producto, incluyendo el consumo de energía, las emisiones y el uso de recursos.

Las PAD permiten comparar distintos componentes según su huella ambiental. Además, es recomendable colaborar con proveedores que proporcionen análisis del ciclo de vida, los cuales reflejan el impacto total de un producto desde su fabricación hasta su eliminación. Evaluar las PAD durante el proceso de aprovisionamiento contribuye a cumplir los objetivos de sostenibilidad de la empresa y a responder a la creciente demanda de productos «eco-friendly».

¿Y cuál es tu papel en el cumplimiento?

El cumplimiento no es solo un trámite administrativo; es una medida clave para evitar sanciones, multas, retrasos e interrupciones. Al seleccionar componentes, tu labor es garantizar que cada pieza cumpla con los estándares regulatorios aplicables.

Si bien las normas de seguridad y rendimiento son vitales, entender primero las regulaciones ambientales facilita la priorización de la sostenibilidad y la gestión de riesgos relevantes.

Aplicar unas prácticas eficientes de adquisiciones ayuda a proteger su empresa frente a incumplimientos y a asegurar su éxito a largo plazo.