Información sobre los siete tipos de opciones de embalaje de componentes electrónicos
Tiempo estimado de lectura: 5 minutos, 45 segundos
(Fuente de la imagen: Daniel Beckemeier/Stock.adobe.com)
Publicado el 11 de abril de 2024
El embalaje de componentes protege los componentes electrónicos delicados durante el envío y la manipulación, lo que agiliza los procesos de montaje. Con los avances tecnológicos, la diversidad de los componentes electrónicos ha aumentado, lo que significa que se necesitan distintas soluciones de embalaje para satisfacer diferentes requisitos de protección, fabricación, compatibilidad de automatización y rentabilidad.
Para los compradores y los profesionales de aprovisionamiento, es fundamental conocer estas opciones de embalaje. La elección del embalaje adecuado puede reducir riesgos, mejorar la eficacia de los procesos de fabricación y contribuir a la longevidad y fiabilidad del producto final. Tanto si se trata de una producción de gran volumen como de la adquisición de componentes para la creación de prototipos, el conocimiento de los tipos de embalajes puede influir en las decisiones de compra. Repasemos los siete tipos de embalaje utilizados para los componentes electrónicos.
En cinta y en bobina
El embalaje en cinta y en bobina es una de las opciones más generalizadas, sobre todo para facilitar los procesos de montaje automatizados. Este método consiste en colocar los componentes en bolsillos o relieves espaciados con precisión a lo largo de una cinta portadora. A continuación, esta cinta se enrolla alrededor de una bobina (figura 1), lo que la hace muy eficaz para la alimentación masiva de componentes en equipos de extracción y colocación automatizados, habituales en las líneas de montaje de placas de circuitos impresos (PCB, por sus siglas en inglés). El embalaje en cinta y en bobina es especialmente beneficioso en entornos de fabricación de gran volumen, donde la velocidad y la eficacia son vitales.
Figura 1: el embalaje en cinta y en bobina coloca los componentes en bolsillos separados, lo que evita daños durante el envío y la manipulación y facilita la fabricación automatizada de extracción y colocación (fuente: Daniel Turbasa/stock.adobe.com).
El embalaje en cinta y en bobina es muy eficaz para los procesos de montaje automatizados porque su diseño coloca los componentes en orden secuencial en una cinta portadora. Este método acelera el proceso de montaje dado que permite una colocación rápida y precisa de las piezas. Las cintas portadoras suelen estar fabricadas con materiales antiestáticos, que ofrecen protección contra descargas electrostáticas (ESD), lo que resulta crucial para preservar la integridad de los componentes electrónicos sensibles. Se adapta a diversos tamaños de componentes, por lo que es adecuado para muchas aplicaciones.
Para cantidades más pequeñas o la producción de prototipos, los componentes también se suministran en segmentos de cinta cortada. Esta flexibilidad permite a los compradores adquirir el número exacto de componentes que necesitan sin comprometerse a comprar una bobina completa. La cinta cortada ofrece muchas de las mismas ventajas que las bobinas completas, incluida la compatibilidad con equipos automatizados, aunque requiere más manipulación manual para cargarla en los alimentadores.
El embalaje en cinta y en bobina suele incluir información sobre las piezas, como números de referencia, códigos de barras y advertencias ESD, lo que ayuda a las empresas a llevar un seguimiento y almacenar el inventario.
Consideraciones para su adquisición:
- Bobinas completas en lugar de segmentos de cinta cortada según el tamaño del proyecto y los requisitos de los componentes
- Espacio de almacenamiento y prácticas de manipulación necesarias para mantener la integridad de la cinta y los componentes hasta su utilización
Tubo
El embalaje en tubo, a menudo denominado «embalaje en barra», está diseñado para mantener los componentes en una disposición lineal, lo que proporciona un método seguro y organizado para manipular semiconductores y otros componentes sensibles (figura 2). La estructura rígida del tubo protege contra los daños físicos, al tiempo que facilita el acceso para los procesos de montaje automatizados o manuales.
Figura 2: el embalaje en tubo, que se ve vacío en esta imagen, organiza y protege los componentes de forma similar al embalaje en cinta y en bobina, pero en una estructura lineal rígida (fuente: danmorgan12/stock.adobe.com).
Este tipo de embalaje es conocido por su robustez, ya que ofrece una excelente protección contra la flexión o los daños por presión en las piezas delicadas. Los tubos suelen estar fabricados con materiales antiestáticos, como la cinta y la bobina, que protegen los componentes de las descargas electrostáticas. La disposición lineal dentro de los tubos favorece una gestión eficaz del inventario y la alimentación de componentes en equipos de montaje, lo que los hace especialmente útiles para los componentes sensibles a la orientación y que requieren una manipulación precisa.
Consideraciones para su adquisición:
- Falta de bolsillos separados para los componentes, como ocurre en otras formas de embalaje.
- Aloja componentes más grandes que la cinta y la bobina.
Bandeja
El embalaje en bandeja utiliza bandejas de plástico o metal para organizar con precisión los componentes, lo que permite manipular piezas más grandes o delicadas que requieren un cuidado especial. Este método de embalaje beneficia a los componentes que no pueden someterse a presión o necesitan mantener una orientación específica durante el envío y la manipulación.
Figura 3: el embalaje en bandeja se presenta en diversas formas, como esta bandeja de espuma con muchas filas de compartimentos que permiten transportar con seguridad diferentes componentes (fuente: Mouser Electronics).
La principal ventaja del embalaje en bandeja es su capacidad para ofrecer un alto nivel de protección y organización de los componentes sensibles. Las bandejas están diseñadas para adaptarse a las dimensiones y formas específicas de los componentes, de modo que permanezcan inmóviles y seguros.
Consideraciones para su adquisición:
- Especificidad de las dimensiones de los componentes para un ajuste adecuado.
- Durabilidad del material y nivel de protección contra ESD.
A granel
El embalaje a granel es la forma más sencilla de embalaje, en la que los componentes se empaquetan sueltos en un contenedor. Este método rentable suele utilizarse para componentes menos sensibles a los daños durante el transporte y la manipulación.
Figura 4: la sencillez y el ahorro que supone el embalaje a granel lo convierten en el método preferido para los componentes más duraderos (fuente: Mouser Electronics).
La principal ventaja del embalaje a granel es su rentabilidad, que lo hace adecuado para pedidos de gran volumen de componentes duraderos. Sin embargo, este método ofrece una protección mínima y requiere una manipulación cuidadosa para evitar daños. El embalaje a granel se utiliza a menudo para componentes que se someten a una clasificación e inspección adicionales antes de su uso.
Consideraciones para su adquisición:
- Durabilidad y resistencia a los daños de los componentes.
- Implicaciones económicas de la manipulación y clasificación adicionales.
- Logística de almacenamiento y transporte.
Paquete tipo gofre (bandeja para componentes pequeños)
El paquete tipo gofre, también conocido como embalaje de bandejas para componentes pequeños, está diseñado para manipular de forma segura componentes diminutos y sensibles. Estos paquetes presentan una estructura en forma de rejilla que mantiene los componentes individuales en compartimentos separados, lo que ofrece una excelente protección contra daños físicos y electrostáticos.
Figura 5: aunque los paquetes tipo gofre son similares al embalaje en bandeja, su tamaño pequeño y su diseño proporcionan capas adicionales de protección para componentes sensibles que requieren un almacenamiento más seguro (fuente: Mouser Electronics).
Consideraciones para su adquisición:
- Tamaño y sensibilidad de los componentes.
- Necesidad de inspección visual sin abrir el paquete.
Blíster
El embalaje en blíster encierra los componentes entre un blíster de plástico preformado y un cartón de soporte (figura 3). Este método no es muy común en la distribución de componentes, pero se utiliza ampliamente para el envasado al por menor, ya que ofrece protección y una clara exposición del producto.
Figura 6: los blísteres son una opción habitual para productos de venta al por menor, como las baterías (fuente: arased/stock.adobe.com).
Los blísteres evitan que los componentes se muevan y se dañen, mientras que el blíster transparente permite identificar e inspeccionar fácilmente el contenido. Este tipo de embalaje también cuenta con un sello inviolable, lo que proporciona una capa adicional de seguridad y garantía de la integridad de los componentes.
Consideraciones para su adquisición:
- Presentación al por menor y visibilidad del producto.
- Sello inviolable y requisitos de seguridad.
- Equilibrio entre protección y rentabilidad.
Embalaje tipo almeja
El embalaje tipo almeja (clamshell) consta de dos piezas de plástico que se encajan entre sí para formar una cubierta protectora alrededor del componente. Este tipo de embalaje es versátil, lo que ofrece una excelente protección contra daños físicos y electrostáticos, y suele utilizarse para componentes sensibles o de gran valor.
Figura 7: el embalaje tipo almeja ofrece numerosas ventajas a la industria electrónica, como protección contra ESD, acceso repetido a los componentes y gran visibilidad (fuente: Mouser Electronics).
El diseño tipo almeja proporciona una excelente protección y es eficaz para componentes delicados que requieren alta seguridad. El mecanismo de cierre a presión permite abrirlo y cerrarlo de manera sencilla, lo que facilita el acceso repetido a los componentes sin comprometer la integridad del embalaje.
Consideraciones para su adquisición:
- Nivel de protección requerido para los componentes sensibles.
- Necesidad de acceder repetidamente a los componentes embalados.
- Consideraciones medioambientales y reciclabilidad de los materiales de envasado.
Conclusión
Comprender la variedad de opciones de embalaje disponibles en la industria de los componentes electrónicos es algo más que una cuestión de logística. Es una consideración estratégica que influye en la eficacia, la fiabilidad y el éxito general de los procesos de adquisición y montaje de componentes electrónicos. Desde el embalaje en cinta y en bobina hasta el embalaje tipo almeja, cada tipo ofrece ventajas únicas que se adaptan a los distintos tipos de componentes, requisitos de manipulación y tecnologías de montaje. Los compradores desempeñan un papel importante en la navegación por estas opciones, tomando decisiones informadas que equilibren la protección, el coste y la eficacia de la manipulación.