La falsificación: cómo ocurre y cómo luchar contra ella
Carolyn Mathas para PartProcurer.com | Tiempo de lectura estimado: 5 minutos
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, por sus siglas en inglés), el riesgo de que las mercancías sean falsificaciones en los Estados Unidos y la UE es aproximadamente del 5 %. Las estimaciones indican que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP) solo detecta el 1 % de los productos falsificados que entran en el país. Cuando uno de estos productos pasa a formar parte de la cadena de suministro, las piezas, los subconjuntos y los productos finales se ven afectados, con el consecuente peligro para el consumidor.
Aunque algunos eventos recientes, como la pandemia o la interrupción de la cadena de suministro en el canal de Suez, causaron una reducción del suministro de componentes electrónicos y un enorme aumento de la demanda, la falsificación sigue siendo un problema importante. Algunos de los factores tras el constante y creciente fenómeno de la falsificación son las cadenas de suministro multinivel, unos procesos contables inadecuados, la escasez de componentes antiguos, la búsqueda de gangas, unos niveles limitados de pruebas e inspecciones y la falta de confirmación del control de calidad y las pruebas.
El resultado
Ya en 2013, un artículo publicado en Industry Week con el título «The Ticking Time Bomb of Counterfeit Electronic Parts» (La bomba de relojería de las piezas electrónicas falsificadas) calculaba unas pérdidas de 3000 millones de dólares solo en el sector de la automoción, y otro informe indicaba que la industria de los semiconductores sufre pérdidas anuales por valor de 75 000 millones de dólares. Desde entonces, las cosas han empeorado considerablemente, como lo demuestra el siguiente ejemplo.
- Según un informe de OECDiLibrary, en 2016, el porcentaje de productos falsificados de la categoría de electrónica y maquinaria eléctrica era nada menos que del 35 %, y el valor de las exportaciones fraudulentas ascendía a 138 000 millones de dólares.
- En 2018, el informe Global Brand Counterfeiting Report decía que el valor total de las falsificaciones en todo el mundo (desde equipos de defensa, hasta relojes falsificados) había llegado a 1,2 billones de dólares en 2017, y que se esperaba que esa cifra aumentase hasta 1,82 para el año 2020.
- Según Forbes, en 2018, las falsificaciones eran la principal actividad criminal del mundo. El valor de las ventas de bienes falsificados en todo el mundo era de 1,7 billones de dólares al año, una cifra superior a la del tráfico de seres humanos y drogas. Para 2022, se espera que esta cifra haya aumentado hasta los 2,8 billones de dólares y que suponga la pérdida de 5,4 millones de puestos de trabajo.
- El informe Combating Trafficking in Counterfeit and Pirated Goods(La lucha contra el tráfico de mercancías falsificadas y pirateadas), del Departamento de Seguridad del Territorio Nacional (DHS), surgió en respuesta al «Memorandum on Combating Trafficking in Counterfeit and Pirated Goods» del presidente Trump en abril de 2019. En este informe, se hablaba de un aumento del 154 % del tráfico internacional de bienes falsificados (de 200 000 millones en 2005, a 509 000 millones en 2016). Los informes del DHS también indican que, entre 2000 y 2018, las incautaciones de bienes ilegales en la frontera de EE. UU. se habían multiplicado por diez, al pasar de 3244 a 33 810.
La tendencia es evidente, pero el coste económico no debería ser el único parámetro. Los componentes falsificados suponen un riesgo si se utilizan en sistemas importantes, como equipos militares, la navegación aérea, soportes vitales o vehículos espaciales. Los bienes falsificados también afectan a la reputación de los fabricantes, causan pérdidas de puestos de trabajo todos los años y, en algunos casos, acaban resultando mortales.
El método correcto para el sistema GIGO
El sistema «residuos dentro, residuos fuera» o GIGO (por sus siglas en inglés) es un término común en informática y matemáticas, y significa que la calidad de la entrada se puede determinar por la calidad de la salida. Por lo tanto, se podría aplicar a bienes falsificados, sobre todo teniendo en cuenta su frecuencia.
Por ejemplo, hace bastante tiempo, las empresas competidoras de Silicon Valley empezaron a buscar secretos industriales en papeleras corporativas y obtuvieron un éxito sorprendente. Con frecuencia, los falsificadores logran encontrar cosas valiosas del mismo modo: obtienen componentes originales de los residuos electrónicos. Estas piezas abarcan todo el rango de antigüedad posible del componente. La pieza original se somete a algún tipo de tratamiento a fin de ocultar su origen, y se utiliza láser o alguna técnica de impresión para volver a etiquetarla antes de vendérsela a intermediarios de cualquier lugar del mundo.
Otro método comúnmente empleado con los componentes electrónicos falsificados es seguir el mismo proceso que en la introducción en la cadena de suministro, pero, en lugar de obtener las piezas a partir de residuos, estas se fabrican sin ninguna identificación antes de ser marcadas, embaladas y vendidas. Evidentemente, para hacer todo esto, incluida la venta de la pieza falsificada, hace falta más de una persona.
Por ejemplo, en el caso McCloskey contra los Estados Unidos de América, el primer caso federal de tráfico de circuitos integrados falsificados, Stephanie McCloskey, que trabajaba como administradora para la empresa VisionTech Components LLC, colaboró en la venta de miles de circuitos integrados falsificados. Una parte de estos circuitos se vendieron a la armada estadounidense y a algunos de los contratistas más importantes del ejército, y recibieron una calificación militar. McCloskey y sus colaboradores importaban las piezas a Estados Unidos desde Hong Kong y China, y con esta actividad obtuvieron unos 15,7 millones de dólares en ingresos brutos. McCloskey fue condenada a más de tres años de cárcel.
No se lo pongamos tan fácil
Si está haciendo poco o nada por inspeccionar los componentes que recibe, es muy probable que sea víctima de las falsificaciones.
Examine todas las etiquetas, embalajes y piezas, y compárelas con otras piezas del mismo modelo de fabricantes de componentes originales. Compruebe si hay información incorrecta en las etiquetas, faltas de ortografía o códigos o números que no coincidan con la información de la pieza. Por ejemplo, puede verificar si el país de origen coincide con el código de país que figura en la pieza. Utilice la inspección radiográfica para ver el contenido interno de la pieza: mire si falta algún troquel o si el tamaño de estos no es uniforme, si hay algún indicio de que se hayan eliminado datos, si falta alguna soldadura o si estas son defectuosas. Este tipo de inspección también puede contribuir a confirmar que no haya plomo en piezas conformes a la directiva RoHS. Cuando no esté seguro, haga pruebas eléctricas y compare las tolerancias registradas por el fabricante.
Compre componentes directamente del fabricante original o de distribuidores autorizados y utilice métodos integrales de garantía de marca para proteger la integridad de la cadena de suministro y confirmar la autenticidad de los productos. Estas medidas no eliminarán el 100 % del problema, pero pueden reducirlo considerablemente.